sábado, 24 de marzo de 2012

La cola de león


Nos podrán robar una hora de esta noche, pero nunca nos podrán robar la iniciativa por tratar de mejorar y dar algo más de uno mismo cada día. Al menos esto será lo que se hayan propuesto dentro del equipo HRT, cuya máxima aspiración a día de hoy es la de que les dejen correr en la carrera del domingo.

HRT es el niño de patio de colegio que llegaba tarde al partido del recreo y le preguntaba a sus compañeros si podía jugar. Por lo general el niño era malo jugando al fútbol y, o bien ni siquiera entraba en el partido, o bien no le pasaban ni una bola.

Claro, aquel niño siempre tuvo la opción de convertirse en portero, y amargarle la existencia a sus compañeros de colegio/instituto/universidad, a sus amigos de los buenos y de los malos momentos, y a todo aquel que se dignara a desafiarle.

HRT no puede ser bueno en todo, no les llega. La cola de león puede ser un lugar muy incómodo para vivir. Nunca sabes cuándo la cabeza va a decidir girar y te puede pillar mirando hacia otro lado.

Sin embargo, la cola de león a veces te da la perspectiva necesaria para encontrar aquello en lo que, sin ser el mejor, sí puedes ser referencia. Es una cuestión de reflexión interna y, sin renunciar al espíritu crítico, buscar buscar y buscar.

Si todo va por el camino normal, HRT correrá mañana. Y seguramente tendrán problemas, pero deberían continuar en su búsqueda por encontrar aquellos detalles que les hagan diferentes, y si es posible, referentes.

Todo ello a pesar de haber dormido una hora menos.

sábado, 17 de marzo de 2012

La Formula 1 sale del letargo


La Formula 1 sale del letargo, y con ella, emociones solidarizadas con lo que hace no mucho tiempo llamábamos invierno.

Probablemente es una locura levantarse un sábado a las 7am cuando no has acumulado 24 horas de sueño durante toda la semana. Como también lo es que en España, en los últimos cinco años, hayan explotado los derechos de la Formula 1 tres cadenas de televisión diferentes. Pero no menos locura es que, por no sé qué extraña razón, se siga manteniendo invariablemente a Lobato en todas las cadenas por las que el circo de la Formula 1 monta su carpa, como si la atracción estuviera en la mediática amistad que une a Lobato con Alonso, en vez de estar centrada principalmente en quienes están detrás del volante y todos los detalles técnicos que les rodean.

Las cadenas de televisión en general, y Lobato en particular, han querido identificar la esencia de la Formula 1 con Alonso de una manera tan personalista, que cuando le ha tocado penar por las pistas (algo que en la F1 siempre pasa – al comienzo, en el medio, o al final de tu carrera-), también lo han hecho las propias cadenas y sus audiencias. Porque lo hicieron tan mal (o fueron tan cortoplacistas) que consiguieron que pareciera que sin Alonso la F1 no tenía ningún interés, y así nos encaminábamos a vivir de nuevo lo que sucedió en España durante los 90.

Los que llevamos ya varios lustros viendo la Formula 1 hemos sufrido cómo Telecinco, en su primera etapa, destrozaba literalmente las carreras, jugando al escondite con los horarios, interrumpiendo las retransmisiones para emitir VIP Tarde o las Mamachicho, o emitiendo la carrera en la madrugada del domingo al lunes.

La Formula 1 es deporte, es tecnología, es innovación, es glamour, es muchas cosas que se puedan imaginar, y no todas buenas, pero no es un único piloto, por muy grande y bueno que sea. Y lo es.

A Antena 3 se le presenta una oportunidad de la que probablemente dependa la supervivencia de las retransmisiones de la Formula 1 en España en años venideros: enseñar Formula 1, y enseñar a valorar la Formula 1 como deporte, con independencia de los deportistas que haya en cada momento.

En la Formula 1 se producen paralelismos muy curiosos con otros aspectos de la vida…pero para hablar de ellos ya habrá otra carrera.